Astrolabios

Author: buzzow /


Soy un enamorado del cielo;
siempre he sentido una atracción hacia el espacio, y una belleza
que no podía dejar de admirar, casi la única que me hacía vibrar
y sin razón alguna, me daba sentido en esta gran roca.
Ya no miro tanto hacia arriba...

A Elisa, que ahora es todo mi cosmos.


Aquí tú de repente
volviéndome la faz de las estrellas,
yo que andaba las galaxias
no supe calcular el año-luz de tu mirada
y quedé sobrecogido en mi salón planeta.
Olvidé los calendarios
y ya no supe más de coordenadas,
lloraban mis meteoritos llamadas perdidas
y venían a tocar los cometas a mi puerta,
mi abrigo de quásars se llenó de polillas
y materia oscura de armario;
en grito de supernova
un universo entero reclamándome,
y yo ajeno
un pequeño cosmonauta
saltando superficies en tus manos.

Barniz

Author: buzzow /


 A mi abuelo,
que se fue con sus maderas: de puntillas.


Un barco sin velamen surca un mar de virutas
atacado por aves de proporción grotesca,
monstruos domésticos
enviados por el dios loco del serrucho y la lima.
En un mundo desquiciado de palos de madera
pierdo el sentido de lo ordinario
y trozos de roble se vuelven algo fantástico
negado por natura,
sin cabida en una realidad estática
que no comprende:
ha de inventarse un universo de leyes nuevas,
de perros de latón
cazando en hambre de metal
en una furia creadora de martillos
e instrumentos de cirugía extraña,
de ideas paridas a borbotones
taladradas tal vez en un punto no exacto
elevando la gloria de animales deformes,
mesas cojas y casas inclinadas
- hogar de grifos imposibles -.
La perfección
está en los sueños.
Mi alma está tallada en madera.
 

Cielos de cartón

Author: buzzow /


                                                                 A Neil Armstrong,

porque no hay ni habrá suficiente agradecimiento a los heroes, a los que llevaron a la humanidad hacia lo que es prácticamente su mayor exponente, su mayor logro, a los que consiguieron por una vez unir a todo el planeta entero con la misma mirada, a compartir el mismo sueño, a alcanzar el mismo sueño, el de ir más allá: de donde estamos y de lo que somos.

A ser mejores personas.
A ser mejores seres humanos.



 Salir a caminar los espacios
a lomos de un cohete,
respirando queroseno y estrellas.
 Salir a orbitar tu casa,
alrededor del árbol al que trepabas
-ahora mínimo-
en algún lugar ahí abajo,
 y escalar atmósferas
como un nuevo juego de niños.
 Salir a abrazar la Luna
porque nos había guiñado el ojo tantas noches,
correr hacia sus brazos
a una velocidad increíble,
a fuerza de impulso y de ilusión
para saltar en sus manos:
la noche en que hubo gigantes en la Luna.
La noche en que todos miraron hacia arriba
y unos pocos hacia abajo
a un anochecer definitivamente distinto,
desde la cara oculta de los sueños.
 Salir al cielo
como quien sale de su cuerpo a contemplarlo desde fuera;
todos llevamos una pequeña Tierra dentro,
un gran planeta,
tan enorme
que alguien lo tapó una vez con su pulgar.